Transgénicos y agrotóxicos: Oficialismo y oposición unidos por el agronegocio

- Medio Ambiente

Transgénicos y agrotóxicos: Oficialismo y oposición unidos por el agronegocio
Transgénicos y agrotóxicos: Oficialismo y oposición unidos por el agronegocio

Con el silencio cómplice de los grandes medios, denuncian la gestación de un proyecto que busca favorecer a las grandes empresas de transgénicos, y que poco hace por la soberanía alimentaria, las familias campesinas y la verdadera agricultura familiar. “Debería ser tomado como una falta de respeto a la sociedad decirles que le vamos a poner una etiqueta y los vamos a seguir envenenando”, aseveran.

DDN. En los últimos días, el gobierno nacional anunció el proyecto de fomento al desarrollo agroindustrial, una iniciativa trabajada sobre la base de una propuesta del Consejo Agroindustrial Argentino- integrado entre otros por las grandes empresas de transgénicos y agrotóxicos- con la que se propone llegar a los 200 millones de toneladas de granos para 2030. Julián Galeano, activista medioambiental, se refirió al proyecto cuestionando duramente los efectos que tendría sobre una población que “ya ha sobrepasado los 500 millones de litros de agroveneno anuales”. “Debería ser tomado como una falta de respeto a la sociedad decirles que le vamos a poner una etiqueta y los vamos a seguir envenenando”, aseveró.

En principio, Galeano lamentó que “estamos acostumbrados a los análisis de los grandes multimedios”. “Es tanto el compromiso que tienen para seguir asintiendo a las corporaciones que envenenan a la sociedad, que vemos que hay un lobby muy importante por callar los verdaderos resultados”, señaló en referencia a la iniciativa del gobierno y las corporaciones que une oposición y oficialismo en pos de favorecer a estas empresas de transgénicos, con la complicidad del silencio mediático.

“Es gravísimo lo que sucede a lo largo y ancho del país”, advirtió Galeano al aseverar que “Argentina ya ha sobrepasado los 500 millones de litros de agroveneno anuales, lo cual es una cantidad terrible”. “Estamos hablando de más de 10 litros por persona. Son agrovenenos que se vierten en alimentos o en algo parecido, que sería la soja transgénica, el maíz transgénico, el algodón que de alguna manera termina en nuestros cuerpos también. La problemática es muchísimo más grande”, remarcó.

Así las cosas, explicó: “Esta es una ley que busca incentivar a este sector. Hacer una ley que fomente a la agroindustria cuando es el país que más veneno utiliza per cápita es una locura. El propio ministro, el Ministro de Agricultura, fue quien allá por el 2010 empezó una campaña muy grande para seguir sojizando la Argentina. Llegó a 54 millones de hectáreas de siembra de soja transgénica. En sus propias palabras, dice que ahora pretenden llevarlo a 70, agrandar el envenenamiento masivo de la sociedad, y en una circunstancia catastrófica”.

A modo de ejemplo, el ambientalista resaltó: “Estamos viendo que el río Paraná, que es el más caudaloso de la región, esté seco, y es el fruto de esta sojización compulsiva, de estos monocultivos que generan un deterioro gravísimo. No es solo el envenenamiento de la sociedad sino también destrozar las economías regionales y la biodiversidad entera, ahí es donde remarcamos el conflicto”.

Siguiendo esta línea, cuestionó que “el gobierno nos dice que esta ley se va a llamar Ley de Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador”. “Es un hermoso nombre para una ley que lo que va a hacer es darles el dinero a los grandes terratenientes del país, multimillonarios en su gran mayoría, para que nos sigan envenenando. El Estado va a fomentar esto, como lo viene haciendo. Utilizan este tipo de ley para hacer lobby y para que les vaya bien electoralmente”, analizó Galeano.

Denunció que “el Estado quiere seguir subvencionado a estas empresas multinacionales o a los terratenientes para que compren más veneno”. “Es eso lo que pretenden la ley”, dijo para luego afirmar que “nos quieren hacer creer que también buscan que estos sojeros utilice insumos naturales, y no es el caso”.

Además, remarcó que “la ley dice que les van a dar dinero para que hagan viviendas”. “Como si no hubiera una emergencia habitacional en este país, les tienen que dar más dinero a esta gente”, expresó y, en tal sentido, hizo referencia a la exclusión de las familias rurales, que terminan sumándose a los hacinamientos en las grandes ciudades. “Son excluidos del campo, de su ámbito, de donde siempre vivieron, para ir a vivir en ciudades en peores condiciones. Y esto se da porque este agronegocio genera falta de empleo. Según ellos, con esta ley van a generar empleo, cuando hemos visto que no solamente no generaron empleo, sino que fue todo lo contrario”, añadió.

Asimismo, Galeano se refirió al proyecto de ley de etiquetado frontal de los alimentos, que no fue tratado por falta de quórum. “Lamentablemente, todos sabíamos lo que iba a suceder, como también sabíamos lo que iba a suceder con la expropiación ficticia de Vicentin. Eso es parte de esta burbuja de desinformación, de hacerle creer a la sociedad que hay organizaciones neoperonistas que están practicando la agroecología, cuando nosotros sabemos que no es así, el impulso es demasiado leve”, sostuvo.

Remarcó que “no hay que caer en falsas quimeras de organizaciones que teóricamente practican la agroecología como un eje principal, cuando no es así”, y denunció que se cooptan campesinos para sumarlos a tales organizaciones que tienen “un comportamiento excesivamente oficialista y muy poco crítico”. “Ha sido casi nula la crítica que se hizo, por ejemplo, a tenerlo a Felipe Solá trayendo proyectos para que traigan megafactorías de chanchos de China, que allá eran rechazados por las enfermedades que generaron”, aseveró cuestionando que “acá cualquier corporación viene y hace lo que quiere”.

“Hay un lobby desde los dos ámbitos, de parte de sectores que dicen luchar contra esto y no lo hacen, y le hacen creer a la sociedad que sí lo están haciendo. Y mucha gente terminó apoyando a estas organizaciones cuando estamos viendo a diario como jóvenes se van a vivir al campo a practicar agroecología de una manera real, y no tienen el apoyo de organización alguna”, añadió.

En la misma línea, y reconociendo que existen personas dentro de tales organizaciones con intenciones genuinas de aportar al desarrollo social, se refirió a las cúpulas apuntando, por ejemplo, al secretario general del Movimiento Evita, Emilio Pérsico. “Fue impulsor de un concepto donde decía que la agricultura campesina debía coincidir o coexistir con el agronegocio, y es un disparate absoluto. Vemos a diario cómo compañeros agricultores terminan perdiendo sus cosechas enteras porque el vecino de al lado le fumiga. Entonces, no hay forma de que esto coexista”, enfatizó.

“Nos tenemos que organizar como sociedad, como pueblo. Somos agricultores, tenemos que juntarnos con otros agricultores y no esperar a que vengan a tocarnos la puerta para afiliarnos, y apoyar esas luchas que sabemos que no van a terminar en nada, porque lo hacen sistemáticamente, porque lo vienen haciendo”, continuó Galeano. “Cuando nos llenamos la boca hablando de la revolución agraria, ¿por qué no lo hacemos? ¿Por qué no damos el puntapié inicial?”, expresó en referencia, por ejemplo, a la postergada Ley de propiedad territorial indígena, la cual “podría generar que organizaciones campesinas e indígenas den un paso adelante”.

“Necesitamos que se termine ese lobby y que demos el paso que hay que dar, en la ciudad no se puede vivir más, la gente está hacinada, vive mal, come mal”, continuó cuestionando el proyecto de ley de etiquetado: “La ley de fomento a la agroindustria dice que uno de los principales pilares es fomentar los alimentos ultraprocesados. O sea, por un lado, nos hacen creer que van a hacer una ley para etiquetar los alimentos, y por otro lado lo fomentan, y lo hacen de verdad porque la ley tiene mucho dinero para repartir, no como en el caso del etiquetado. Hay un interés concreto de soslayar la realidad de que nos alimentamos a base de veneno como ningún otro país del mundo. Es deplorable lo que está sucediendo”.

Frente a este contexto, cerró: “Debería ser tomado como una falta de respeto a la sociedad decirles que le vamos a poner una etiqueta y los vamos a seguir envenenando. Y que le vamos a dar dinero a los sojeros y terratenientes del país para que nos envenenen mucho más aún”.

Fuente: Somos Tierra – FM Noticias 88.1 MHz.

BH

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