DDN. Oscar Parrilli, senador nacional por Neuquén del Frente de Todos, se refirió al cruce que mantuvo durante la sesión de la Cámara ayer con el senador por Salta, Juan Carlos Romero.
Parrilli señaló que Romero le dijo senador por Río Negro, y expresó que “debería aprender un poquito de geografía” por confundir Neuquén con Río Negro.
El senador explicó que, durante el tratamiento de la ley de teletrabajo, el presidente de la comisión invitó a sectores empresarios y uno de los asistentes fue un representante de las pymes, Leo Bilansky, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, quien se expresó a favor de la ley.
“No es la primera vez. Ayer me colmó la paciencia. El senador Romero adjetiva, califica, con improperios, adjetivaciones despectivas, peyorativas a una línea de pensamiento para quienes pensamos en un proyecto nacional y popular. Para denostar la opinión de este empresario, manifestó que era una ofensa a los senadores que un empresario pyme que es un militante K se manifestará a favor”, explicó.
Ante esos dichos, Parrilli le contestó su orgullo por ser un “militante k”, lo cual no es una ofensa como intentó utilizarlo Romero y le señaló que la verdadera ofensa a los senadores fue la actitud que tuvo de escudarse en sus fueros para no prestarse a una investigación judicial, como si realizó él en las cuatro denuncias que se le realizó durante el macrismo, o como si lo hizo Cristina Fernández de Kirchner.
“Él tiene un pedido de desafuero que voy a investigar y corroborar, por unas denuncias por enriquecimiento ilícito que tuvo en la Provincia de Salta, hubo un juez que lo investigó, lo citó y no se presentó, lo volvió a citar y no fue, y le pidió el desafuero para investigarlo. Además, la ley de desafuero dice que los senadores y diputados estamos obligados a concurrir y a someternos a la investigación, independiente de nuestro derecho a defensa. Eso era ofender a los senadores, la actitud que él tuvo. Eso le respondí y como única respuesta, confundió Neuquén con Río Negro y además reconoció que se escudó en los fueros, pero que esa era una causa de hace mucho tiempo”, manifestó el senador neuquino.
Parrilli informó que continuará averiguando el estado de las causas de Romero, no para juzgarlo ni asegurar que es culpable, sino que como todo ciudadano debe someterse a la acción judicial.
La causa que Romero aseguró fue declarada nula, en realidad fue cajoneada por la justicia salteña, la prensa de la provincia ocultó el tema y hubo un acuerdo que se hizo público con el famoso abrazo entre el senador y el ex gobernador de la provincia, Juan Manuel Urtubey. Desde ese momento, el legislador no volvió a ser citado.
Por otro lado, el Senador habló sobre el espionaje ilegal que se realizó en el gobierno de Mauricio Macri, y sostuvo que desde 2016 los militantes del hoy Frente de Todos fueron víctimas de un espionaje “organizado, planificado y con Fondos del Estado”.
“Es la cloaca de la democracia. No hubo en la democracia argentina un proceso tan nefasto de tanta utilización de los servicios de inteligencia para perseguir opositores como fue durante la gestión de Macri. Por suerte, todo esto está saliendo a la vita y espero que la justicia avance”, dijo.
Fuerte cruce entre Romero y Parrilli: “Yo si fui a todas las citaciones judiciales que me hicieron”
Ayer, el Senado de la Nación convirtió en ley el Régimen Legal de Teletrabajo, con 40 votos positivos y 30 negativos y durante las manifestaciones hubo un fuerte cruce entre Romero y Parrilli.
Uno de los votos negativos fue el del senador nacional por Salta, de Juntos por el Cambio, Juan Carlos Romero. En su manifestación, atacó a los gobiernos peronistas que se sucedieron desde 2001, criticó la cantidad de empleados públicos, habló de “autoritarismo” por parte del bloque oficialista y aseguró que los fundamentos a favor de la ley las dio un “militante K”. El senador nacional por Neuquén Oscar Parrilli, del bloque de Frente de Todos, le respondió sus dichos y le recordó que eludió a la justicia, a lo que Romero volvió a contestar.
Romero inició su discurso señalando que muchos senadores se jactaron de que la ley no promueve el tele trabajo. “Que tendría de malo promoverlo, y regularlo, sería algo equilibrado y balanceado. Esto es un poco la ideología gobernante. Es una ley que no favorece al trabajador, discrimina a sectores que podrían estar protegidos, a muchas mujeres que podrían obtener una fuente de trabajo”, consideró.
El senador salteño aseguró la ley fue criticada por muchos y que hubiese sido “más racional” escuchar la opinión de la oposición. En ese mismo sentido, criticó que haya tratado con rapidez si iba a empezar a aplicarse después de la pandemia.
“¿Que drama había en escuchar opiniones subjetivas, críticas constructivas? ¿Porque tenemos que ser una escribanía de los caprichos de los diputados? Está es una cámara revisora, el texto está en proceso de revisión, no de sumisión. Se actúa de manera obsesiva. Me sorprende la actitud del presidente del bloque oficialista, que dice que falta acordar cosas de reuniones de labor parlamentaria, que no se hacen, y mientras tanto no se va a tener en cuenta ningún pedido de los senadores de la oposición. No creo que el senador por Formosa (José Mayans) intente domesticarnos, tengo muchos proyectos presentados y no me importa si el autoritarismo evita tratarlo en comisión”, continuó con su crítica.
Romero sostuvo que la ley “podría ser moderna” y que no es malo promover nuevas formas de contratación y nuevas formas para que crezca el empleado, teniendo en cuenta que el trabajo remoto era una modalidad ya existente.
También, criticó que la ley haga hincapié en la forma de controlar los horarios de trabajo y de garantizar las herramientas a los trabajadores, y manifestó que los vínculos laborales a distancia tienen que ver “con cumplir objetivos, no con cumplir horarios”, por lo que aseguró que el texto tiene una “increíble falta de ponderación”.
En ese sentido, leyó una serie de datos sobre el empleo público: “El empleo de la nación creció, del 2001 al 2019, de 470 mil personas a 708 mil. 51% creció el empleo público. Las provincias pasaron de un millón 363 mil a 2 millones 359 mil, el 73%. Los municipios de 355 mil empleados a casi 500 mil, el 29%. En total, desde el 2001, que ya desde el 2002 gobernó el duhaldo – kirchnerismo, todos estos años salvo por cuatro, creció un 61% el empleo estatal”.
“Entre planes sociales, jubilaciones y pensiones había en 2001 6 millones 700 mil personas, y 11 millones de trabajadores. Entre pensiones, empleo público y jubilaciones hay más de 18 millones de personas. En trabajo efectivo, 17 millones de personas. Hay más gente pagada del estado, que trabajando en el sector privado. Esa es la clave del déficit de los gobiernos, por haber desquiciado la economía estas dos décadas”, expresó, calificando a los trabajadores del estado como simples subsidiados y no como trabajadores “efectivos”.
El salteño sostuvo que el aumento del déficit, la inflación, el ataque al capitalismo y al sector empresario, “que va desde los últimos ejemplos de Vicentin y la guerra con el campo en el 2008 hasta la famosa ley que nunca se anima a ponerse de acuerdo de como van a castigar con un nuevo impuesto a lo supuestamente ricos”, no son las formas para “crear confianza”.
“Los beneficiados crecieron el 180% y el gasto público, 132%. Tendría que ser la pirámide al revés. Si este nivel es de subsidios, el empleo privado debería estar el doble para poder sostener un sistema social. Pare crecer, hay que generar confianza. Muchas de estas leyes que se hicieron en estos casi 20 años, no protegieron a los trabajadores. Tal vez protegieron algunos sindicatos obsoletos, se desprotege el trabajo cuando se generan condiciones con las cuales la gente no puede contratar a nadie”, dijo.
Por último, criticó que en las reuniones previas donde se trató la ley, estuvo presente un empresario de pymes con “argumentos desopilantes” debido a que, según el senador, es solo un “militante K de una organización con sello de goma”. “Traer un militante K, con una agrupación de sello de goma, es una falta de respeto a los senadores. Esta ley no es ningún avance”, finalizó.
Oscar Parrilli, por su parte, solicitó la interrupción en el uso de la palabra del senador Mariano Recalde y expresó: “Ya varias veces me ocurrió esto de guardarme para adentro algunas manifestaciones y expresiones
absolutamente peyorativas, agraviantes y diamantes por pensar, de alguna manera. Pero estas han venido del senador por Salta, Juan Carlos Romero, que en el día de hoy ha hecho gala de esta actitud, cuando denotó a un empresario pyme por ser un militante K. Yo soy un militante k y me siento orgulloso de serlo, y no es ninguna afrenta”.
“Lo que sí puedo decirle, es que yo fui a todas las citaciones judiciales que me hicieron, solicitándome declaraciones indagatorias. No me valí de ningún fuero personal para no concurrir a una declaración indagatoria y eludir la acción de la justicia. Esto es lo que tengo entendido que pasó con el pedido de desafuero que usted tuvo, no para privarlo de la libertad, sino para investigarlo. Es una afreta que un senador de este cuerpo se haya negado a no someterse a que la justicia lo investigue”, finalizó Parilli, en referencia al pedido de desafuero que hubo a Romero en el año 2016 tras no presentarse en ninguna de las tres citaciones que le realizó el juez de garantías de Salta Diego Rodríguez Pipino, en una causa por enriquecimiento ilícito.
Finalizada la manifestación de Parrilli, Romero activó su micrófono solicitando el uso de la palabra por haber sido mencionado con una actitud violenta tanto hacia quien presidía la sesión como al senador Recalde, que hasta el momento no había podido hacer uso de la palabra por las interrupciones.
Romero respondió a Parrilli, refiriéndose a él como “senador por Río Negro” a pesar de que la provincia que representa es Neuquén. “La causa que el menciona fue hace mucho tiempo declarada nula. La comisión de asuntos inconstitucionales nunca trató ese pedido porque se consideró la propia comisión invalida. A mí no me molestan lo militantes K, porque los vemos tolerando desde 2001, 2002, y 2003. No es un tema personal. Continúa su idealización y personalización de lo que sería una cultura de venganza y revancha. Eso es muy malo, porque usted, su proyecto y sus presentaciones no tienen que ver con una sana convivencia política, sino con la búsqueda de la revancha y la venganza, tarea que yo intento no ejercer”, contestó.
Fuente: Piquete y cacerola- La madre que las parió/ FM Noticias 88.1 MHz