Productores de Salta atraviesan una crisis inédita: Fernando Ortiz, de Colonia Santa Rosa, afirmó que en el último año debieron tirar 140 toneladas de tomates y 60 de berenjenas por falta de ventas y precios adecuados. “Jamás pasó una situación igual en siete años. Las pérdidas alcanzan a cosechas enteras que estaban en condiciones”, relató.
Precios deprimidos y tsunami de contrabando
Ortiz detalló que la producción en el norte argentino abastece verdulerías nacionales en invierno, pero el ingreso ilegal de tomate, berenjenas y otras frutas de Bolivia desploma los precios. “Hay registros legales, pero el gran problema es el contrabando. Pasan camiones enteros por las fronteras”, denunció.
Costos imposibles y pedidos al EstadoAdemás de la competencia desleal, Ortiz señaló que los insumos como la urea cuestan el doble en Argentina frente a Bolivia. Si bien apoya la libertad de mercado, insistió en que debe haber políticas activas y controles reales para igualar condiciones. “No quiero pagar menos a los trabajadores: los costos ya están altísimos”, afirmó.
El productor, que admitió haber votado a Milei pero “no concuerda con todo”, criticó la falta de Estado para frenar el contrabando y proteger la economía regional.
De crisis coyuntural a emergencia del sector
Aunque la demanda de tomate se sostiene e incluso hay faltantes en góndolas, el precio que recibe el productor llega a ser 20 veces menor que en supermercados de Buenos Aires. En tanto, la banana nacional lleva más de un año sin repuntar su valor. El sector alerta que, sin protección real y políticas de desarrollo, la actividad quedará asfixiada por la competencia desigual y el abandono oficial.
Fuente: Radio 10