El Intendente de Morillo o Rivadavia Banda Norte, Atta Gerala, fue visto ayer en un café a metros de la Legislatura.  Es que el Jefe Comunal está acorralado y probablemente su presencia en la capital salteña se deba no solo a buscar la libertad de su hijo, José Miguel imputado por el robo de rieles, sino a evitar su propia imputación.
Gerala no es un recién llegado a la política, sino uno de los intendentes más antiguos que tiene la provincia, un verdadero cacique del norte y sabe que está acorralado.  
En la causa que se investiga el robo de rieles está mencionado por la fiscalía como parte de la organización, por lo que sería inminente su imputación.  Adelantándose a ello es que pidió 30 días de licencia y en un encuestro express los concejales se los concedió.
Vale recordar que el jueves el juez federal Gustavo Montoya a pedido del fiscal Eduardo Villalba ordenó el allanamiento de inmuebles en Orán y Morillo, tras los cuales se detuvo a José Miguel Gerala y David Edilberto Medina y se secuestraron 150 rieles sustraídos del tramo entre las localidad de Padre Lozano y Coronel Juan Solá.
Los dos detenidos fueron imputados por los delitos de contrabando de mercadería de importación y exportación, agravado por el número de intervinientes y por ser cometido por pasos no habilitados, en calidad de coautor y, respecto a Gerala, por el delito de contrabando de mercadería de exportación, en concurso real con robo de rieles en despoblado, en grado de autor.
La investigación aún continúa en razón de que existen fuertes elementos de pruebas sobre otros integrantes de esta actividad delictiva, de la cual el intendente de Morillo no sería ajeno.
El intendente Atta Gerala a un paso de ser imputado
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Tras 9 allanamientos que incluyeron algunas de sus propiedades y la detención de su hijo José Miguel, el intendente de Morillo pidió 30 días de licencia.