El proyecto se encuentra a cargo del licenciado Oswaldo Aranda y del doctor Esteban Colman, de Exactas, y del doctor Christian Weber, de Agrarias y Forestales. Todos ellos también participaron de la reunión previa desarrollada en la biblioteca museo Carlos Spegazzini y luego guiaron la recorrida por los laboratorios del Área de Producción de Semisólidos y Líquidos, junto a los secretarios de Extensión, Ignacio León, y de Asuntos Académicos, Leandro Andrini, ambos de Exactas.
Los diez kilos de marihuana entregados por el fuero federal a la UNLP fueron parte de un cargamento de 673,069 kilos, compuesto por 738 ladrillos compactos, secuestrado el 3 de julio de 2020. El material estupefaciente arribó al laboratorio hace un mes la cantidad recibida tiene relación con la capacidad de procesamiento con la que cuenta la universidad. El decano Erben informó que fue recibido por la cátedra de Toxicología y que se realizó un primer paso para la extracción de cannabinoides.
El licenciado Aranda explicó en el laboratorio que el material se somete a un secado y triturado, que permite la extracción de ese compuesto químico para su filtrado y destilación y para obtener finalmente una resina primaria. Añadió que la resina se somete luego a un control de calidad que permite confirmar su utilización en ensayos biológicos, a través del análisis de los principios activos extraídos, la concentración y el tipo de fitocannabinoides, y de la constatación de ausencia de posibles contaminantes, como pesticidas, residuos de metales, bacterias y hongos. Explicó que, a partir de ello, se le asigna una ficha técnica para su posterior utilización en los diferentes programas de investigación asociados al proyecto, que es "multidimensional, pues cuenta con la participación de distintas facultades", como la de Medicina una científica de esa casa de estudios acompañó la recorrida y explicó al juez y a la fiscal el estudio en marcha de estas sustancias para el tratamiento de patologías cardiológicas.
En este contexto, Aranda puso de relieve el buen estado del material sometido a estudio y la importancia del control que puede desarrollarse en un laboratorio, teniendo en cuenta que el tratamiento casero que muchas personas suelen hacer del vegetal con el que producen aceite de cannabis carece de estas medidas de seguridad.
Alternativa para el aprovechamiento del material secuestrado
Durante la reunión previa la fiscal Russo destacó la labor desplegada por sus colaboradores, entre quienes se encuentra el auxiliar fiscal Pablo Castelli. En efecto, la destinación de droga secuestrada para un proyecto científico es inédita en el fuero federal y fue impulsada en este caso por la Fiscalía Federal N°3 de La Plata, que articuló con el personal científico de la UNLP y le llevó al juez la propuesta. "Con mi equipo de trabajo analizamos detalladamente las regulaciones de la ley, en cuanto prevé que el material secuestrado se puede aprovechar y lo consultamos con la Procuraduría de Narcocriminalidad. Buscamos que en la lucha contra el narcotráfico también se pueda hacer una coordinación para contribuir en la mejora de la salud pública", sostuvo la representante del MPF, quien asimismo adelantó que la fiscalía realizará un seguimiento y control paso a paso del proceso científico.
El personal científico y los y las funcionarias judiciales que participaron de la recorrida coincidieron en que "el conocimiento científico derriba barreras morales" y "que sea la primera vez que un proceso como este se lleva a cabo una medida así impone que hay que hacerlo con mucha responsabilidad, con cuidado, y con la perspectiva de profundizarlo", se señaló.
El presidente de la UNLP agradeció la confianza depositada por el MPF y el Poder Judicial de la Nación en la universidad pública y remarcó: "Podemos demostrar lo que hacemos y legitimar la universidad pública desde los hechos concretos. Nuestra defensa de la universidad es poder mostrar lo que tenemos y lo que hacemos".
