Marcha del Orgullo en Salta, un sentido homenaje a Pelusa Liendro

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Marcha del Orgullo en Salta, un sentido homenaje a Pelusa Liendro
Marcha del Orgullo en Salta, un sentido homenaje a Pelusa Liendro

A 15 años del asesinato de una de las primeras activistas trans de Salta, el lunes 29 convocan a movilizarse. La cita es a las 17 en San Martín y Lavalle. Descubrirán una placa y plantarán un árbol en su memoria.

DDN. El próximo lunes 29 se llevará adelante en Salta una nueva Marcha del Orgullo en homenaje a Pelusa Liendro, una de las primeras activistas trans de la Provincia, a 15 años de su asesinato. Rosario Sansone, activista de Mujeres Trans Argentina, y Rosalina Liendro, hermana de Pelusa, la recordaron con cariño y destacaron la lucha que inició en aquellos tiempos de persecución policial, durante el gobierno romerista, persecución que aún no ha cesado.

Rosario recordó que “la lucha de Pelusa era la derogación del artículo 114”, artículo vigente hoy en la Ley Contravencional que genera persecución hacia las mujeres trans por el ejercicio de la prostitución. En este sentido, remarcó: “Una no elige la calle, es la única opción que tenemos. Inclusive hoy, no nos queda otra que estar paradas en la calle porque el cupo laboral travesti trans no se está implementando”.

Señaló que solo conoce dos casos de mujeres trans con un cargo en alguno de los poderes del Estado, Victoria Liendro- responsable de la Agencia de las Mujeres, Género y Diversidad de la Provincia-, y Pía Ceballos- coordinadora de la Promoción de Empleo para Personas Trans del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad-.

En esta línea, reflexionó: “Yo sigo trabajando en la calle. Con Pelusa habíamos hecho un pacto, no íbamos a ser funcionarias para el gobierno si no era por igual, y hoy casi con 50 años me es difícil estar parada. Pero no puedo abandonar a mi compañera a que siga siendo violentada en la calle. Sigo parada al lado de esa compañera porque me parece injusto que el cupo laboral es muy lindo, pero solo puede entrar una de cada 100 personas. ¿A cuántas compañeras sigo condenando a la prostitución, a la explotación, a todo lo que significa estar parada en la calle?”.

“Yo festejo los avances, pero falta mucho- continuó Rosario-. Yo voy por la derogación del artículo 114. Con estos avances busco que una chica de 18 años, que sale de su casa, ojalá no tenga el mismo destino que tuve yo. Mi consejo hoy es decirle ‘estudiá, capacitate’. Hace 30 años atrás no podía estudiar una carrera, y si me recibía nadie me tomaba. Hoy es un gran avance que nosotras podamos estudiar”.

Persecución y asesinato

Durante la entrevista, Rosario recordó los últimos momentos al lado de Pelusa, su compañera de lucha. “Esa noche somos detenidas, inclusive con el equipo de Cable Express. Nadie la vio llorar a Pelusa, creo que fui la única persona y eso me dio un mal presagio. Me dijo ‘Rosario, fuimos muy lejos y creo que estamos muy jugadas’”, relató con tristeza.

“La policía cometía trata contra nosotras las 24 horas del día porque se paraba un patrullero y nos decía ‘cómo arreglamos’”, agregó conmovida para luego narrar: “Yo, en esa época, decía ‘tengo que resistir a esto’. Le decía ‘llevame presa’, porque era o tener sexo o pagar coima, solamente por el hecho de ser yo, Rosario. Porque no estaba bien visto, hace 20 años atrás, ser o pertenecer al género trans. Yo no quería ni sexo con la policía ni pagar coimas, pero pagaba con lo más caro y sagrado, que es la libertad. E igualmente, en la comisaría éramos violadas por la policía, por los presos, y a esto lo cuento desde el dolor”.

Según señaló, era incesante su pedido para poder tener una audiencia con autoridades provinciales frente a la persecución de la que eran objeto, pedido que nunca fue escuchado. “Nosotras siempre buscábamos entrar al Grand Bourg, estábamos siempre paradas en la puerta y nunca nos lo permitían. Hace 20 años atrás, dos travestis paradas ahí en la puerta era un gran escándalo. Igual, nunca me recibieron, pero sí me llamaron y hubo una reunión con varios políticos después del asesinato de Pelusa”, relató.

Y agregó: “Nunca me llamaron, fue la Brigada y me llevó a ese lugar de noche. Me acuerdo que era toda gente de traje. A mí me sacaron como estaba en la casa y esa gente, esos políticos, me dicen ‘bueno, terminá con las marchas’. Para mí era una amenaza y yo estaba muerta de miedo. Pero les dije ‘Yo voy a seguir con las marchas’, que fueron las marchas del silencio con la familia de Pelusa y las mujeres trans, las compañeras de Pelusa. Esas fueron unas marchas muy tristes”.

En la misma línea, lamentó el no haber podido acompañar plenamente a la familia de su compañera durante el juicio. Al respecto, cuestionó: “Nos negaron por décadas el acceso a la justicia, y yo no pude estar al lado de la familia de Pelusa. Yo fui al juicio y tenía órdenes del juez de no entrar. Yo solamente quería estar ahí acompañando a la familia de Pelusa, a la madre principalmente. Pelusa siempre me hablaba del amor hacia su mamá. Yo quería estar ahí y no me dejaron. El juicio duró 10 días y no pude entrar. El último día me dejan entrar en los últimos minutos, yo tenía que reconocerlos”.

“Lo mío era acompañar a la familia”, subrayó Rosario quien, sobre el homicidio de Pelusa, aseveró: “Me queda para siempre la duda porque supuestamente a ella la mata un novio y con la Pelusa estábamos todos los días juntas, y ella nunca me habló de él. Nunca lo vi al lado de Pelusa, nunca lo vi a ese chico, ni me lo nombró ni me lo crucé. Y estábamos no solo trabajando de noche juntas, sino que de día andábamos organizando las marchas, comíamos juntas”.

Rosario contó entonces sobre su presente tras aquellos duros años en que vivió en Salta, gobernada por entonces por Juan Carlos Romero. “Hace 15 años, después de la muerte de Pelusa, me exilié en Bahía Blanca, por la misma represión y persecución de la Policía. Me tuve que ir porque no aguantaba, mi mamá con miedo a que me maten… De alguna manera me escapé y vuelvo todos los años para esta época”, dijo.

Dudas

Rosalina, hermana de Pelusa, recordó que la militante contaba con el apoyo de su familia. “Mi papá se resistía porque eran otros tiempos”, aclaró y destacó: “Pelusa se dedicaba a la fotografía, que es a lo que se dedica toda mi familia. Quería su privacidad y se independizó. Después nos dijo que era travesti, yo jamás la desamparé. Era chica y los vecinos me hacían burla, eran otros tiempos. Recuerdo que Pelusa me dice que se vestía de mujer a través de una foto en la que no la reconocí”.

En tanto, sobre la resolución de la justicia frente a su asesinato, enfatizó: “Nada nos va a dejar conformes porque la vida no se recupera. Sabemos que, por la lucha que llevaba adelante Pelusa, detrás de esto estuvo la policía, el gobierno mismo, que sacó en ese momento una recompensa de 50 mil pesos para quien aportara datos precisos para el esclarecimiento su muerte. Fue algo que nos confundió como familia. Los mismos asesinos decían cosas, que la misma policía los presionaba para que se hagan cargo”.

Marcha en homenaje

“En 2003 hubo muchas marchas contra la violencia policial. Durante el 2004 se hizo muchas marchas. Llegamos a hacer marchas una vez por semana. Era terrible la violencia de esa época”, recordó Rosario sobre los inicios de la lucha que Pelusa legó a Salta, y agregó: “Una noche, trabajando, me dice Pelusa ‘¿Sabés qué, Rosario? Este año vamos a tener un broche de oro. Vamos a organizar la primera marcha del orgullo gay’”.

Para ese entonces, la movilización ya se realizaba en otras ciudades, entre ellas Buenos Aires. “Yo en seguida me ilusioné, me pareció fantástica la idea. Todas las chicas se prendieron en ese momento. Así eran nuestras marchas, más allá de lo que hacía la policía con nosotras, nuestras marchas eran una fiesta y era nuestra manera de llamar la atención también, de despertar a los políticos. Pelusa organizó tres marchas del orgullo y fue asesinada en 2006”, señaló.

A su vez, hizo referencia a la manifestación pacífica que llevaron a cabo el 20 de noviembre último frente a la comisaría segunda, lugar al que eran llevadas cada vez que eran detenidas, en conmemoración del Día Internacional de la Memoria Trans. “Tenemos derecho a la memoria”, subrayó remarcando luego que el 29 tendrá lugar una nueva Marcha del Orgullo y la Diversidad LGBTQ+ en Salta.

“El colectivo trans le hace un sentido homenaje a Pelusa en ese día”, destacó e indicó entre las múltiples consignas que elevarán, el pedido por la derogación de artículo 114, la implementación del cupo laboral travesti trans, reparación histórica y ley integral trans. “Hay muchas consignas, pero esas serían las principales”, digo.

Rosalina, por su parte, expresó frente a este homenaje: “Me siento súper orgullosa de Pelusa por lo que ha sembrado en sus compañeras. Que reivindiquen su lucha a 15 años de su fallecimiento me llena de orgullo, me conmueve demasiado. Estoy súper agradecida, a un día de tanto dolor lo van a convertir en algo de festejo, que es lo que hubiese querido mi hermana Pelusa”.

La concentración está convocada para el lunes a las 17 en San Martín y Lavalle, ocasión en la que, además, se descubrirá una placa y se plantará un árbol en homenaje a Pelusa. “Ese día es muy triste para nosotras, pero vamos a hacer una marcha en homenaje. Es lo que le hubiese gustado a Pelusa. Ella me encargó muchas cosas, pero yo, cuando durante su velorio estuve detenida no le pude cumplir y recién ahora empiezo a contar las cosas que no le pude cumplir. Esto será como sanar ese dolor que yo llevo”, concluyó Rosario, visiblemente conmovida.

Fuente: Algo Personal – FM Noticias 88.1 MHz.

BH

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