Celulosa Argentina entró en zona de alerta máxima al no poder superar la crisis financiera en medio de la caída de la competitividad y crisis de la industria y en el Cordón Industrial del Gran Rosario ya hablan de la posibilidad de la quiebra en el corto plazo.
El gigante papelero entró en default en mayo tras registrar  una caída de más del 30% en las ventas internas y dificultades para exportar por el tipo de cambio poco competitivo y desde entonces todo fue para peor.
Semanas atrás, trascendió el pedido de quiebra que presentó la empresa de grúas Tecmaco por 17 millones de pesos, una suma muy pequeña para los montos que maneja la industria pero la misma empresa tiene cheques rechazados sin reclamar por 65 millones y otros 63 millones de cheques que aún no vencieron, un total de deuda que ronda los 140 millones de pesos, dijeron fuentes al tanto de la presentación judicial. 
 El gigante papelero entró en default en mayo tras registrar una caída de más del 30% en las ventas internas y dificultades para exportar por el tipo de cambio poco competitivo y desde entonces todo fue para peor 
 En el Cordón Industrial siguen el tema con profunda preocupación y comentan que Celulosa le debe más de 2 mil millones de pesos a la empresa de montaje industrial Favaretto S.A. que tiene muchos contratos por administración y se ocupa del mantenimiento y las paradas de planta. 
Sin poder afrontar vencimientos de deuda por montos millonarios, la empresa anunció las plantas de Capitán Bermúdez y de Zárate "se encuentran actualmente inactivas, realizándose únicamente tareas de mantenimiento menor con el personal propio que no ha tomado vacaciones".
"Esta situación obedece al marcado deterioro del capital de trabajo, como consecuencia del complejo contexto que atraviesa la empresa", y agregaron que "la sociedad continúa enfocada en el proceso de reestructuración de sus pasivos financieros y en la búsqueda de nuevos socios o inversores que permitan la recomposición de su capital de trabajo, viabilizando su continuidad operativa".
 De hecho, unas cuantas semanas atrás el directorio dejó trascender la posibilidad de incorporar nuevos socios que inyecten fondos frescos y para ello contrató a la consultora Valo Columbus vinculada a Juan Nápoli, abogado especializado en finanzas y muy cercano a Javier Milei pero tampoco habría conseguido muchos interesados. 
Fuente: LPO