DDN. El presidente de la Sociedad de Pediatría Filial Salta, Alberto Aleman, sostuvo que después de las 22 semanas de gestación no se trata de un aborto, sino de un parto prematuro. Y en referencia al polémico aborto practicado en Tartagal, señaló que aún si el bebé hubiera nacido vivo -lo que en su opinión deberá determinar la Justicia- se encontraba en el límite de la viabilidad.
Aleman sostuvo que tras la entrada en vigencia de las leyes 27.610, de Interrupción Voluntaria del Embarazo hasta la semana 14 y la 27.611, de los Primeros 1.000 días falta un eslabón sobre su reglamentación, que es definir cómo se debe actuar en casos de pedidos de interrupción voluntaria del Embarazo de más de 22 semanas. 
Según detalló, pasadas las 22 semanas ya no se trata de un aborto sino de un parto prematuro, y si al nacer el feto tiene espontáneamente ritmo cardíaco o respira, se trata de un recién nacido vivo y se le debe brindar asistencia.
Consultado puntualmente respecto al polémico caso del aborto practicado en Tartagal, consideró que será la Justicia la que determine qué fue lo que ocurrió. Pero puso en duda el testimonio de la enfermera que dijo que el bebé nació vivo, al señalar que se trataba de un feto en el límite de la viabilidad.
En ese sentido, precisó que esos bebés no siempre sobreviven y que su calidad suele ser complicada. A modo de ejemplo, señaló que, si trata de un parto espontáneo, se habla con los padres y se coloca al niño en una incubadora con calor y oxígeno, esperando a ver cómo evoluciona.
Fuente: FM Profesional
MP