Fue identificado como quien daba las órdenes a un camionero detenido con un cargamento de cocaína mezclado con azúcar, oculto en el chasis del vehículo. El estudio de la voz arrojó una correspondencia mayor al 80 por ciento, que el tribunal consideró “determinante”. La fiscalía logró demostrar que dejaba el teléfono en su domicilio y que viajaba para utilizar los dispositivos de terceros.