Maldito decreto 255: Imputarán al subcomisario Mamaní por excesos en Apolinario Saravia

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Maldito decreto 255: Imputarán al subcomisario Mamaní por excesos en Apolinario Saravia
Maldito decreto 255: Imputarán al subcomisario Mamaní por excesos en Apolinario Saravia

Es el mismo policía que plantó pruebas en el caso de las francesas.

DDN. El subcomisario Walter Mamaní, quien venía desempeñándose al frente de la Subcomisaría El Dorado de Apolinario Saravia, fue apartado de sus funciones por disposición de la Policía de Salta, tras quedar en el ojo de la tormenta, por exceso en el desempeño de sus tareas.

Luego de la cuestionada detención de 5 policías en General Pizarro, el uniformado quedó nuevamente expuesto tras viralizarse un video de cámaras de seguridad, que dejó al descubierto un excesivo proceder de la policía salteña en Apolinario Saravia. En la madrugada del último domingo, los efectivos dispararon al aire para atemorizar al joven mientras transitaba en un vehículo por una avenida de la ciudad. Rato más tarde fue detenido en su domicilio.

“Nos asustamos mucho. La pasamos muy mal. Nosotros somos gente tranquila, no entendemos esto de que le tiren agua y le intimiden con la cachiporra”, dijo Iris Waidelich, la mamá de Luciano Diez, quien fue detenido sin explicación alguna.

A raíz de esto el joven de 22 años denunció al subcomisario local Walter Mamani, quien se encontraba en el móvil policial junto a otros agentes. La denuncia que se realizó en la Dirección de Asuntos Internos de la Policía y la Fiscalía de Derechos Humanos, es por abuso de autoridad, disparos y apremios ilegales mientras permanecía detenido en la base policial, el pasado 28 de junio.

En la denuncia relató que mientras iba en su camioneta blanca -tal como se ve en la filmación de una cámara de seguridad-, apareció un móvil policial que frenó repentinamente y se bajaron los efectivos disparando al aire con armas de fuego. Atemorizado, Luciano continuó hacia su casa donde, a los minutos, llegó el mismo móvil llevándoselo detenido sin dar explicaciones al respecto. En la comisaría, el joven dijo que fue objeto de apremios y vejámenes propios de la época del proceso de gobierno de facto.

Explicaciones y contradicciones

Sin que hasta el momento se conociera el video y al ser consultado por esta detención, Mamaní en medios radiales aseguró que el chico conducía ebrio y en alta velocidad causando desorden público con la música a todo volumen, en medio de un contexto de cuarentena por coronavirus, y negando los disparos con arma de fuego que denunció el joven.

Sin embargo, cuando se viralizó el material de la cámara de seguridad, el subcomisario cambió su relato, y reconociendo las detonaciones dijo que estos se hicieron para disipar una revuelta en un barrio cercano al lugar, sin que advirtieran el paso del vehículo.

Ante la viralización del video y la denuncia pública que hizo la familia del joven, hoy el comisario fue apartado de su cargo. Este hecho se da en medio de un cuestionado proceder policial, amparado por un decreto del Gobierno provincial que otorgó más facultades a la Policía de Salta desde principio de la cuarentena y que este último martes se convirtió en Ley.

Ahora el hecho es objeto de investigación de la Fiscalía de Derechos Humanos y la Dirección de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad. La esperanza de un pueblo con Justicia y Seguridad

La esperanza de un pueblo con Justicia y Seguridad

Iris Waldelich, la madre del joven, dijo que este viernes fue visitada por el director de Asuntos Internos de la Policía de la provincia, Dr. Enrique Cornejo Costas y el Dr. Diego Barijo de la Agencia Antidrogas, A los funcionarios les contó que desde que se hizo pública la denuncia, la policía local inició una “persecución” a ella y su hijo. “Ayer en Pizarro, cuando mi hijo fue a hacer unos trabajos, se encontró con otro control y lo detuvieron. Una locura. Intervino el auxiliar fiscal Sergio Dantur y lo liberaron”, relató. “Espero que estas situaciones se dejen de vivir en Apolinario Saravia y en Anta. Pareciera ser que a nosotros siempre nos mandan lo peor de lo peor”, se quejó.

La mujer propietaria de la señal local de Canal 5, que recibió muchos mensajes y llamadas de apoyo por su firme decisión de enfrentar este tipo de atropellos, dijo que nunca pierde las esperanzas de que su pueblo pueda gozar de verdadera Justicia y una mayor Seguridad para todos.

Mamani abrió la Caja de Pandora

Pocos imaginaron que el policía que anduvo a los tiros por Apolinario Saravia fue el mismo que “encontró” las balas en la Quebrada de San Lorenzo por aquellos gélidos días en que se investigaba la muerte de Moumni Houria y Cassandre Bouvier. Después quedaría consignado que unos días antes el comisario Píccolo rastreó el lugar con un detector de metales y no encontró nada. Dos meses después Néstor Píccolo aparecía “suicidado”. Unos meses antes del juicio acuchillaban al Diablo Sarmiento, dueño de la casa donde apareció una de las armas que se utilizaron para matar a las turistas

¿Quién se hubiera imaginado que a solo dos meses de iniciada la campaña para liberar a Santos Clemente Vera de su infame enclaustre iba a aparecer Walter Mamani? “Éramos pocos y parió la abuela”, decían antes, cuando algún descolgado llegaba a un jolgorio donde ya había demasiada gente amontonada.

El episodio solo parece ser una más de las secuencias de exceso policial al que ya nos tiene acostumbrados los uniformados de la Provincia de Salta, solo que esta vez con un importante componente de estupidez. Andar a los tiros a mitad de la noche parece ser el último intento por mitigar el ocio de los policías de Anta.

El video de la cámara de vigilancia muestra a una camioneta que a paso de hombre apenas se desplaza por una arteria de Apolinario Saravia, cuando un móvil policial la cruza. Todo parece estar en cámara lenta, pero no es así. Un grupo de efectivos descienden del móvil y comienzan a disparar como si estarían filmando una película de suspenso de bajo presupuesto. Cuatro fogonazos y los policías salen detrás de la camioneta.

Al otro día se conocía toda la sórdida y absurda trama de lo sucedido. El comisario Walter Mamani ocupado en fútiles “misiones” para combatir a los borrachines y mal entretenidos del pueblo, persigue y se lleva preso a un chico de 22 años que manejaba la camioneta de su madre unos minutos antes.

Aunque la mala fama de Mamani no solo se circunscribe a sus hazañas de “Far West” o a aterrorizar a los lugareños a punta de pistola. El portal de Metán Expresión del Sur, publicó un informe donde advierte el nexo inseparable de la dupla Mamani-Dantur, este último un fiscal auxiliar y el temor que esta dupla siembra en todo Anta.

Las balas, Píccolo y las francesas

El hecho de levantar los cuerpos a las tres de la mañana ya era una pésima decisión que nadie supo ni quiso explicar. Cualquier opa que ha visto series de investigadores de crímenes sabe que la luz del alba es la mejor para estudiar una escena y obvio los cuerpos de las víctimas.

Cuesta creer que Martin Pérez haya ordenado semejante absurdo, pero evidentemente lo hizo. Allí se perdieron todas las posibilidades de conocer que había pasado en el lugar donde aparecieron las chicas.

Solo 72 horas y después que una manada de ineptos pasaran por el lugar, incluyendo a investigadores, policías y funcionarios de todas las líneas fue al comisario Nestor Píccolo a quien se le ocurrió pedir un detector de metales en Gendarmería. El trámite quedó asentado y fue revisado en la quinta audiencia del juicio.

Resultó que después de que el detector de metales no encontrara ni una cadenita de la Virgen de Urcupiña en el lugar, Mamani encontró dos plomos de bala pertenecientes a la carabina que después tuvo un pasamano interminable por todo San Lorenzo.

En medio de esta cantidad de irregularidades y de una investigación mal parida desde el inicio, llevaron a juicio a los tres perejiles y lograron condenar a dos, uno de ellos Santos Clemente Vera.

El 4 de agosto de 2011, Mamani se hacía del hallazgo del arma calibre 22 secuestrada en casa de Raúl “el Diablo” Sarmiento, suspicazmente muerto a cuchilladas un tiempo después, detrás del cementerio del barrio San Agustín, en San Lorenzo.

Aquella requisa fue sumamente extraña ya que la Brigada de Investigaciones llegó a la casa de Sarmiento a requisar la vivienda buscando unas motosierras, motoguadañas, una bicicleta y una caja de herramientas robadas y se dieron –oh casualidad– con el revólver calibre 22 con 5 vainas percutadas y dos cartuchos sin percutar. Para peor de males a Sarmiento lo asesinan en un confuso episodio unos meses antes del juicio, por lo que no pudo aportar nada.

Con las muertes de Piccolo y Sarmiento, más la controversial actuación de Mamani sin mencionar los apremios ilegales sufridos por los tres perejiles, el caso de las turistas francesas, Moumni Houria y Cassandre Bouvier, parece ser una autentica matrioshka, aunque esta vez Mamani tras su episodio de Apolinario Saravia parece haber abierto la Caja de Pandora.

Apolinario Saravia: Imputarán a policías que atacaron a un hombre con fines de venganza

La fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, abrió el decreto de imputación contra los efectivos policiales con revista en la subcomisaría de El Dorado, de Apolinario Saravia, acusados del delito de abuso de armas agravado, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica y vejaciones agravadas, con fines de venganza. La audiencia de imputación está prevista para el próximo lunes 13 de junio, en la fiscalía penal de Joaquín V. González.

A la audiencia fueron citados el comisario Walter Ezequiel Omar Mamaní, la sargento Julia Díaz, el sargento Sergio Argañaraz y el cabo Juan Giménez.

La fiscal penal Simesen de Bielke entendió que se encuentra acreditado que aproximadamente a las 4 de la mañana del pasado 28 de junio, mientras el denunciante Luciano Diez circulaba lentamente con su vehículo por avenida 9 de Julio, en inmediaciones de Parque Norte – Sala Nido de Apolinario Saravia, apareció en sentido contrario el móvil policial Nº 1745, conducido por el cabo Juan Giménez, acompañado por el sargento Sergio Argañaraz, la sargento Julia Díaz y el comisario Walter Ezequiel Omar Mamaní , quienes sin motivo alguno, realizaron la detonación de, al menos, cuatro disparos con la intención de amedrentar a Diez.

Tras esto, se dirigieron al domicilio del denunciante, donde le dijeron que quedaba detenido por evadir un control policial y darse a la fuga, por lo que los acusados privaron al damnificado ilegalmente de su libertad, ya que no había motivos que autorizaran al personal policial para aprehenderlo.

Para avalar la restricción ilegal, los acusados armaron una causa penal, en la que el comisario Walter Ezequiel Mamaní formuló una denuncia en contra de Luciano Diez por el delito de atentado a la autoridad.

En consecuencia, insertó declaraciones falsas en un documento público y desfiguró la verdad objetiva, ya que lo denunciado por el comisario Mamaní y avalado por las declaraciones testimoniales de Díaz, Giménez y Argañaraz, quienes presenciaron el momento de los disparos y la posterior detención ilegal de Diez, no se condice con la filmación de la cámara situada en el parque que captó tanto el desplazamiento del denunciante en su vehículo previo a los disparos y luego la conducta del personal policial, ni con el relato del denunciante.

Además, durante el traslado de Luciano Diez y luego de que lo ingresaran a la dependencia policial, los acusados lo sometieron a malos tratos físicos y psíquicos.

En su denuncia, el damnificado expresó que toda esta situación pudo obedecer a un conflicto entre Mamaní y su madre quien es dueña de un sistema de cable local.

Fuente: Expresión del sur- Muy crítico

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