Agricultura Familiar se organiza para pedir la reincorporación de los despedidos en la era M

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Agricultura Familiar se organiza para pedir la reincorporación de los despedidos en la era M
Agricultura Familiar se organiza para pedir la reincorporación de los despedidos en la era M

En Salta son 24.

DDN. Esta mañana, trabajadores y despedidos de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de Salta se reunieron en la sede de ATE para dar a conocer el plan de acción y el pedido de reincorporación de los despedidos que presentarán ante el ministro de Agricultura, Luis Basterra.

Ricardo Bima delegado gremial en la Coordinación de Agricultura Familiar de Salta, expresó sobre la situación actual: “Fue una injusticia, nos han afectado moral, psicológica y económicamente. Nuestros compañeros despedidos y despedidas son la prioridad que debe atender el Ministerio de Agricultura en su nueva gestión de gobierno”.

Recordó, también: “En la provincia de Salta éramos 60 cuando empezó la gestión Macri, tuvimos una jubilación y después tuvimos los 24 despidos que aún subsisten. Con lo cual quedamos con un 40 y pico por ciento menos de la planta y con una capacidad de cobertura casi nula porque, además, se restringieron todo lo que son gastos operativos, no se mantuvo el parque vehicular, de siete vehículos quedamos solo con dos, y se desmantelaron todas las políticas que se venían llevando adelante”.

Al respecto, lamentó que “el monotributo social agropecuario fue una herramienta importante para incluir económicamente a todos los productores y productoras del interior, y fue desmantelado de un día para el otro”, y agregó: “Así, todas las políticas que veníamos sosteniendo de asistencia técnica, capacitación, financiamiento de infraestructura productiva, sistemas de agua potable, de agua para producción y consumo, fueron todas desmanteladas”.

El dirigente denunció así: “En estos años de gestión de Carlos López Sanabri y Kenji Gómez Matsumoto, que fueron los responsables de Agricultura Familiar, quedamos sin políticas para el sector y lo único que ocurrió fue que se redujo todo el presupuesto y quedó sin políticas públicas el sector de la Agricultura Familiar”.

Puntualmente, indicó que este recorte tuvo un severo impacto en la zona de los departamentos Rivadavia y San Martín, donde el vaciamiento los dejó con soplo dos técnicos, y remarcó: “Esa zona, que hoy es prioritaria de atender, está sin atención. Después en Santa Victoria Este, Nazareno, Iruya y los Valles Calchaquíes también se desmanterlaron los equipos”.

Frente a esta situación, señaló que ya tienen pedida una audiencia con el ministro para la próxima semana para solicitar, prioritariamente, la reincorporación de los trabajadores despedidos. “Sin los compañeros adentro no podemos ejecutar la política pública de Argentina contra el hambre, que es la prioridad de hoy”, enfatizó.

Agronegocio y Estado ausente

Siguiendo con su análisis, el referente destacó que el tipo de políticas que se llevan adelante desde la Subsecretaría, “básicamente, lo que hacen es mejorar las condiciones de vida pero, a su vez, generar conciencia de los propios derechos”, con lo cual “esto muchas veces choca con los intereses de sectores del agronegocio, sobre todo que ven amenazada su posibilidad de expansión”.

“Por ejemplo, los campesinos que van a ser desalojados empiezan a tomar conciencia de sus derechos y se defienden”, agregó aunque luego subrayó: “Esto no es así. Los dos sistemas de producción pueden convivir tranquilamente, el tema es que hay una intolerancia por parte de los sectores concentrados de la economía en Salta, ligados al agronegocio y a la ganadería, y no hay un Estado presente que equilibre esa relación totalmente asimétrica”.

“El fenómeno más plausible es en el Chaco salteño- continuó-, donde cuando empezó la sojización de toda la pampa húmeda se empezó a desplazar la ganadería hacia las zonas menos fértiles y ahí se empezaron a expulsar a los campesinos. Nosotros trabajamos para que los campesinos sostengan su derecho a la tierra, pero tranquilamente pueden convivir ambos sistemas de producción. El tema es que tiene que haber un estado que regule, cuando el mercado avanza sin medida, para que todas las personas que viven en un territorio puedan vivir del mismo”.

El desguace en la Era M

En una carta abierta denunciaron la saña con la que se actuó durante la gestión macrista. Ahora solicitan la reconstrucción de un sector que empoderó a los campesinos y precisa reconstruirse.

De 60 técnicos para atender a casi 10 mil familias de la agricultura familiar en Salta, durante el macrismo se despidieron a 24. De las siete camionetas con las que contaban antes quedaron solo 2.

De 18 departamentos de la provincia donde había abordaje territorial, solo 9 quedaron cubiertos. Se tuvo que buscar refugio en delegaciones nacionales como el INTA para tener un espacio en donde poder trabajar que se reducía a dos metros por dos metros por trabajador. Y las gestiones de los proyectos fueron siempre de índole y gestión personal más que por medio de los responsables institucionales.

Este maltrato contra los trabajadores de la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SAF), en Salta fue denunciado a través de una carta abierta. Hoy a las 10 en la sede de ATE (Esteco y La Rioja), los trabajadores agrupados en ATE Agricultura darán una conferencia para explicar el estado en el que dejó el macrismo a la institución y solicitar la reincorporación de todos los despedidos durante estos años.

Como caras visibles del desguace señalaron a la gestión de Carlos López Sanabria y Kenji Gómez Matsumoto. Este último se mostró muy cercano al actual gobernador, Gustavo Sáenz, en una foto en la cual también aparece el ministro de Producción, Martín de los Ríos, a quien se relaciona con quienes quieren extender la superficie de desmontes en la provincia.

La institución que empoderó a las poblaciones campesinas indígenas y criollas existe hace 25 años y pasó por diversos nombres. Son quienes van a los territorios más alejados e inaccesibles de la provincia y gestionan un recurso como el agua, entre muchos otros.

Pero los trabajadores estimaron que la mayor molestia de los grandes productores del campo va por otro lado: el asesoramiento legal para que los campesinos no pierdan las tierras a través de los desalojos que impulsan quienes las compraron pese a conocer que ya vivía gente adentro.

“La población campesina y las comunidades de pueblos originarios han sido estigmatizados por el gobierno de (el ex presidente, Mauricio), Macri y para muestra basta recordar la mala prensa de las comunidades mapuches en Patagonia o el apoyo de (la ex vicepresidenta, Gabriela), Michetti y los intentos violentos de desalojo de familias a pedido de los terratenientes de las estancias y fincas del Valle Calchaquí en Salta”, recordaron los trabajadores.

Sostuvieron que este sector institucional que se ocupa de la agricultura familiar “incomoda a la oligarquía argentina que concentra el 70 por ciento de las tierras. Por ello su brazo partidista y sus cómplices a cargo de la gestión MM, actuaron con saña”.

La decisión política que afirmaron muestra enteramente esta vulneración fueron los más de 900 despedidos injustamente en el Ministerio de Agricultura de la Nación, que estuvo a cargo de Luis Etchevere, representante de la Sociedad Rural Argentina. Entre los despedidos hay profesionales formados y con trayectoria que quedaron sin trabajo. Con su ida, territorios rurales enteros y miles de familias campesinas indígenas quedaron sin el acompañamiento técnico cotidiano del Estado.

“Pero nada fue casual. En donde la frontera agropecuaria, el cultivo de la soja, la ganadería extensiva, el negocio inmobiliario para el turismo o el desmonte eran necesarios para favorecer a los grandes productores y empresarios y amigos, ahí fue donde el vacío y la saña fueron mayores. El Chaco Salteño quedó así con escasos técnicos para cubrir miles de kilómetros cuadrados y de ese modo, el cambio de color en la Ley de Bosques y cualquier otra acción de despojo sería más fácil”.

Incluso en esas mismas tierras del Chaco Salteño es donde se encuentra un emprendimiento rural de la familia Macri.

Por último denunciaron que “la coordinación institucional de Gómez Matsumoto en la SAF se caracterizó por su permanente ausencia en su lugar de trabajo, responsable de los despidos, ninguna reunión de planificación, su nulo interés en el trabajo de los técnicos y en la realidad del sector, el uso de los vehículos oficiales para sus viajes de campaña proselitista, ninguneo y desprecio a las especializaciones profesionales, desinterés de la situación de hacinamiento laboral, complicidad en el abandono total del patrimonio institucional, entre otras formas y modos que ameritan esta denuncia pública”.

A los trabajadores les preocupó que ahora sea convocado a ocupar cargos en la nueva gestión provincial de Sáenz.

“La agricultura familiar, las comunidades campesinas e indígenas son el campo que no se muestra”

Oscar Delgado, periodista y militantes de Derechos Humanos, habló sobre las expectativas que tiene sobre el gobierno de Alberto Fernández.

Reconoció como una victoria la recuperación de la Secretaría de Agricultura Familiar ya que “es donde nosotros apuntamos las voces silenciadas del campo. La agricultura familiar, las comunidades campesinas e indígenas son el campo que no se muestra”.

“Nosotros apuntamos a un cambio de políticas y tender sobre un modelo productivo agroecológico vinculado a las identidades regionales”, comentó Delgado y aseguró que el actual secretario de minería, Ricardo Alonso, años atrás negó que en Salta existieran bosques tropicales.

Fuente: Todas las voces todas/ FM Noticias 88.1 Mhz.- Salta 12


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