DDN. Al referirse a la situación en la que se encuentran los centros sanitarios en el interior de la provincia, el secretario de salud de la provincia, Francisco Marinaro Rodó, responsabilizó a los ciudadanos por el estado en el que se encuentran. “Hay algunas parecitas, que al apoyar los pies, ¿han visto cómo la gente del campo siempre se apoya en un árbol o en una pared? Bueno, eso también nos deteriora el estado de los servicios”, afirmó.
Si bien aseguró que en “algunos aspectos estamos a 100 años en relación con un habitante de Salta Capital”, afirmó que no es algo que esté relacionado con la pobreza y comparó con lo ocurrido por las muertes de streptococcus en las grandes urbes del país ya que se combate con penicilina desde hace 40 años, por lo que desencadenó la muerte de los pacientes puede haber estado relacionada con enfermedades concomitantes, es decir que se desarrollaron de manera paralela, o “con falta de morfi”.
Sobre el descenso de la mortalidad infantil en la provincia aclaró que aún quedan dos meses y medio difíciles ya que en esta época comienzan las lluvias en el norte y las comunidades originarias empiezan a consumir agua de los madrejones. “No es que todos los pueblos originarios tienen la costumbre de tomar el agua del madrejón, en Salta tenemos 9 etnias, tenemos el Chorote, el Coya, el Toba, y tenemos el Wichí, al wichí lo único que le falta todavía es cambiar, no su cultura, su hábito dietético higiénico para no autoflagelarse”, sin embargo no mencionó las condiciones en las que éstas comunidades se encuentran producto del despojo sus tierras, generalmente destinadas a la plantación de soja.
“La mamá coya de la puna de los valles, por más que sea originaria es trabajadora”, argumentó el secretario, como si se tratasen de aspectos excluyentes y en desmedro de la mujeres wichí, además explicó que es la etnia que representa a la mayor población del departamento de Rivadavia.
Fuente: Máxima
