Imparable, el dólar superó los $42

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Imparable, el dólar superó los $42
Imparable, el dólar superó los $42

Jueves negro.

DDN. La situación financiera argentina acapara las portadas de los principales medios económicos internacionales. El británico Financial Times destaca que Argentina “sube la tasa de interés al 60 por ciento y el Banco Central actúa después de que la fuerte liquidación de pesos se reanudara en la mañana”.

“El FMI revisará los plazos de rescate de Argentina luego de la caída del peso y el país encuentra más difícil mantenerse en el plan de rescate del organismo”, agrega. Además remarca la pulseada entre los agroexportadores y el Gobierno por la liquidación de divisas: “Los agricultores de Argentina flexionan sus músculos mientras Macri siente la presión del FMI”.

El Wall Street Journal sostiene: "El peso argentino tocó un mínimo histórico y la lira turca reanudó su caída, dramatizando las tensiones que enfrentan los mercados emergentes más vulnerables a un dólar en alza". Por su parte, la agencia Bloomberg señala que “la escalada en los mercados emergentes se desvaneció cuando la preocupación por una crisis de confianza en Argentina y Turquía recordó a los inversores el frágil panorama para el mundo en desarrollo”. También destaca la decisión de llevar la tasa de interés de la política monetaria al 60 por ciento, con un alza de 15 puntos básicos.

Tras el discurso de Marcos Peña, el dólar tocó los $40 y se disparó el riesgo país

En emergencia, el Central llevó la tasa al 60% y volvió a subir los encajes. Se disparó el riesgo país. Riesgo país cruza los 800 puntos.

En una nueva jornada de caos cambiario, el mercado reaccionó con un salto del dólar a $40 tras las declaraciones de Marcos Peña, para luego bajar a los $38 tras durísimas medidas del Banco Central que subieron la tasa al 60% y volvieron a aumentar los encajes de los bancos. El mercado mayorista comenzó a operar a $35,42 -un peso y 42 centavos por sobre el último cierre- pero a los pocos minutos se disparó a los $40. Actualmente la divisa no tiene precio y los bancos privados actualizan sus pizarras minuto a minuto. No obstante, el promedio del tipo de cambio minorista entre entidades financieras que realiza la máxima autoridad monetaria, marcó los $39,38 esta mañana.

La crisis de esta mañana era totalmente previsible. LPO anticipó anoche el enorme riesgo al que se asomaba el Gobierno al afrontar los mercados luego de la tremenda corrida del miércoles en la que el peso se devaluó mas del 7% sin tomar ninguna medida ni cambiar el gabinete. Antes del cierre del mercado cambiario, el riesgo país que mide JP Morgan se había disparado por encima de los 800 puntos básicos.

Hoy con la crisis totalmente descontrolada, el Banco Central decidió reunirse por fuera del cronograma establecido y volvió a subir la tasa de política monetaria. Esta vez, a un nivel histórico del 60% "en respuesta a la coyuntura cambiaria actual y ante el riesgo de que implique un mayor impacto sobre la inflación doméstica".

A su vez, elevó en 5 puntos porcentuales los encajes para todos los depósitos en pesos para "acentuar el control de la liquidez en el mercado de dinero".

De esta manera, el dólar mayorista se acomodó en $37,50, mientras que el minorista en las entidades privadas -que llegó a superar los $40- en estos momentos cotiza arriba de los $38, aunque con una volatilidad muy alta y sin ningún tipo de referencia.

Un operador del mercado analizó la decisión de Luis Caputo ante la consulta de LPO. "Esto es temporario, aguanta máximo hasta la semana que viene. Es más represión financiera y empeora la dinámica de los pasivos monetarios porque pone la tasa real en 25%, es explosivo si no le encuentran la vuelta rápido", afirmó.

Nada de esto fue suficiente para contener al dólar que siguió operando al alza con menos de 100 millones de dólares operados en el MULC, razón por la cual el Banco Central decidió llamar a una licitación de 500 millones de dólares de las reservas cinco minutos antes del cierre, lo que logró hacer retroceder el dólar solo 60 centavos de los $6,60 que saltó la divisa en la pizarra de bancos privados.

Ante la fallida política comunicacional de este miércoles, donde Macri se lanzó a hacer un anuncio de un acuerdo con el FMI sin ningún tipo de precisiones y sin tenerlo formalmente cerrado como quedó en evidencia por la noche con el comunicado de Christine Lagarde, este jueves Peña -justamente el funcionario más resistido por el mercado- se anticipó a la apertura del dólar negando la posibilidad de un cambio en el Gabinete y desligándose de toda responsabilidad.

Como explicó LPO, la salida de Peña es una de las principales "recomendaciones" que el mercado le hace a Macri para enderezar el rumbo de su gobierno. Es lo mismo que cree la primera línea política del PRO y buena parte de la UCR, donde ya repiten que debería dar un paso al costado. De mínima sostienen que Macri debería echar al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.

"Tiene que sacarlo a Marcos antes de que termine la rueda, la gente y el mercado ya no lo quiere escuchar más. Su salida no resuelve el problema de cuenta corriente pero con un dólar a 40 hay posibilidades de recuperar terreno", agregó a LPO un experimentado operador del mercado.

La aceleración de la crisis es tan feroz que incluso las pocas consultoras que se atrevieron a dar pronósticos pecaron de optimistas. Fue el caso de ACM de Javier Alvaredo que vaticinó un dólar a 40 para fin se esta semana, vaticinio que obviamente quedó muy corto.

Esta mañana el jefe de Gabinete no hizo otra cosa que apelar nuevamente a la misma receta que al Gobierno le está fracasando desde hace meses. Discursos motivacionales y con alegorías a la pesada herencia que pueden resultar muy buenos para la tropa propia, pero vacíos de definiciones claras y concretas para el mercado que desde hace semana reclama certezas. Peor aún, los responsables de las decisiones económicas, Luis Caputo y Nicolás Dujovne, siguen sin dar explicaciones de las medidas que toman y queda cada vez más en evidencia las desinteligencias entre ellos, como anticipó en exclusiva LPO.

Ayer por la noche luego de todo un día de inexplicable silencio, Dujovne apuró un contacto con los periodistas en los que apenas trazó generalidades. Toda la jornada había estado envuelto en versiones de renuncia. El ministro de Hacienda claramente no era de la idea de anticipar el anuncio de un nuevo acuerdo con el FMI, antes que estuviera formalmente cerrado. Caputo empujó fuerte para que Macri lo anunciara de cualquier manera y el resultado está a la vista.

La crisis no se resuelve con dólares

"No estamos ante un fracaso económico dice Marcos Peña. Dólar subió 100% en últimos 12 meses. La inflación es de 32,1% a Julio y se proyecta arriba de 40%. El PBI caerá el 1% para 2018 según propio el Gobierno. La deuda sobre el PBI será casi 70% al fin de 2018. ¿Cómo era la famosa frase de Peña? ¿Háganse cargo?", afirmó el economista y miembro de CESUR (Centro de Estudios Económicos del Sur) Amilcar Collante.

El gobierno activó en Twitter la campaña "Macri yo te banco" y denunció un intento de golpe

En un día caótico para la comunicación del oficialismo, Carrió dijo que "no va a haber helicóptero".

Elisa Carrió aclaró que "no habrá helicóptero" al mismo tiempo en que desde el Gobierno lanzaron la campaña "Macri yo te banco" para apoyar al presidente en un día negro en el mercado.

Fue una jornada caótica para la comunicación del Gobierno, quizás una de las peores desde que Macri es presidente. Porque fue el propio Macri el que arrancó el día con un mensaje grabado en el que no dio precisiones sobre un nuevo acuerdo con el FMI y desató una corrida del dólar que hizo devaluar el peso en un 7,5 por ciento y disparar el riesgo país 40 puntos.

Luego de las pésimas noticias que llegaban desde la City, el Gobierno se tomó 10 horas tras el anuncio de Macri para enviar a Nicolás Dujovne a improvisar una rueda de prensa sin cámaras que sirvió prácticamente para desmentir su renuncia.

En ese contexto, no hubo ninguna conferencia de prensa por parte de ningún funcionario del equipo económico y un notorio silencio de Marcos Peña, el factótum de la comunicación del gobierno.

Cecilia Borel, asesora del vocero presidencial Iván Pavlovsky, encabezó la campaña en Twitter para pedir que los seguidores del Gobierno salgan a bancar a Macri a las 20. Luego, Borel restringió la privacidad de su cuenta pero ya la habían imitado las cuentas asociadas a la "secretaría de trolls" que el peronismo exige erradicar. También Hernán Iglesias Illa, otro de los "cerebros" de la comunicación macrista, y dirigentes como Sergio Bergman, que durante la convulsionada jornada celebró el día del árbol

"Urgente a las 20hs tuiteemos todos con: #MacriYoTeBanco Salgamos todos a defender a nuestro gobierno del intento golpista por parte de los que fueron parte y cómplices del mayor robo de la historia de la Argentina, Banquemos todos a Mauricio y equipo! RT", tuiteó Borel. Le sugirieron que en momentos en el que el propio Macri buscó personalmente enviar tranquilidad a los mercados, acusar de "intento golpista" a la corrida no era la mejor vía.

Carrió no defraudó con sus tweet incendiarios. "Serenidad y tranquilidad, los ladrones juegan sus dólares para tumbar la República. No podrán con nosotros. No va a haber helicóptero. Los conozco. ¡Cuidado! van a especular hasta el final", disparó Lilita.

Curiosamente, fue ella misma la que instaló de este modo la imagen del helicóptero, en referencia al abandono del poder de Fernando de la Rúa. Luis Caputo, que tampoco habló, vivió un mal momento en el restaurant Oviedo donde fue increpado por un empresario mientras intentaba cenar con su esposa.

En plena corrida cambiaria, Mauricio Macri mantuvo su rutina e intentó mostrar normalidad

Cuando pasadas las 10.30 Mauricio Macri abrió la reunión de coordinación que encabezó en Casa Rosada, las placas de los noticieros cambiaban casi minuto a minuto en sintonía con la corrida cambiaria: el dólar, por entonces, comenzaba a dispararse una vez más y en algunas casas de cambio hasta orillaba los $40.

La escena volvía a generar cuestionamientos respecto a la conveniencia política de que una voz oficial -el miércoles el Presidente, este jueves el jefe de Gabinete Marcos Peña- salieran a hablar antes de la apertura de los mercados.

Pero en el Gobierno todavía se imponen las voces que pregonan que no se debe especular y seguir haciendo lo que hay que hacer, más allá de la tormenta. Así, pese a la crítica situación de las últimas horas, Macri intenta no cambiar su modo de trabajo. Por eso mantuvo su rutina. La primera actividad del día fue la reunión de coordinación, en la que además de Peña -recién llegado de un hotel céntrico donde participó del Council of the Americas- participan los vices Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne.

Si bien circularon versiones de que también se había sumado el titular del Banco Central Luis Caputo, cerca suyo aclararon que llegó a su oficina a las 7 "y no se movió de ahí". Sí se lo vio entrar por la explanada de Avenida Rivadavia al ministro de Educación Alejandro Finocchiaro.

Pero la agenda de temas, variada en otros momentos, se reduce por estas horas sólo a la economía. "No vino a coordinación, tenía otra reunión", aclararon cerca del ministro. Su presencia no obedeció a la discusión con los docentes universitarios. En efecto, la escalada del dólar volvió a postergar otras discusiones puertas adentro del Gobierno. Incluso una tan trascendente.

Aunque los rumores se mantienen a la orden del día, no se evalúan, según lo que dijo el propio Peña, cambios de nombres. Paradójicamente, las versiones ponen en duda la continuidad del grueso de dirigentes con los que hoy se eligió rodear el mandatario: los dos vicejefes de Gabinete y el propio Dujovne.

¿Tendrá que ver con la "devaluación" de la renombrada "mesa política" que había trazado Macri meses atrás? Los hombres más cercanos a Peña así lo creen.

A diferencia de las grietas que se advierten cada vez más pronunciadas entre ministros, en las redes sociales, fogoneado por dirigentes de Cambiemos, la militancia M salió a respaldar al Presidente con mensajes y su hashtag #YoTebanco. Ante los micrófonos, salvo Elisa Carrió, nadie se anima a hablar de lo que por lo bajo dicen: que hay sectores que quieren desestabilizar a Macri.

Esta trabajada prudencia se explica principalmente en la necesidad del Gobierno de no dar excusas. De no romper con sectores con los que necesita, más que nunca, un acuerdo, para garantizar el buen rumbo del proyecto de Presupuesto.

Un caso es de la relación con el mandatario peronista Gildo Insfrán: en esa tarea están el ministro del Interior Rogelio Frigerio y su vice Sebastián García de Luca, quienes recibieron en Casa Rosada a este peronista que el Gobierno en otro momento se tomó el trabajo de combatir públicamente. Ya no hay margen para pasatiempos.

Otro dato que refleja el desconcierto que se vive puertas adentro del Gobierno: la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, acaso la dirigente política de mayor peso específico del espacio después de Macri, se enteró por los medios del anuncio que este miércoles hizo el Presidente. Había viajado a Rojas, donde reunió a su Gabinete. "Nadie le avisó", fue el crudo mensaje de uno de sus principales colaboradores.

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