DDN. Yanina Gay es la agente de policía que en 2.016, mientras se desempeñaba en General Mosconi, denunció a sus superiores por acoso y violencia de género, entre ellos Juan Carlos Miguez, por entonces jefe de la Unidad Regional 4. Más tarde, denunció penalmente al jefe de policía, Ángel Silvestre, y al ministro de Seguridad, Carlos Oliver, por desobediencia judicial al incumplir éstos una decisión de la jueza de Violencia Familiar de Tartagal. En medio de la persecución sufrida por la agente, de la cual también fueron víctimas sus hermanos que incluso fueron amenazados y detenidos, Gay debió solicitar una carpeta psiquiátrica y se supo que todo dio inicio por una denuncia suya contra un personal por maltrato en la Policía Infantil, personal que luego fue exonerado por vínculos con el narcotráfico. Después de que se solicitara la exoneración de Gay de la fuerza, pedido que sigue en el escritorio de Urtubey, la agente retomó sus funciones en el Destacamento de Villa Palacios de la Capital pese a que su estado de salud sigue siendo delicado. A continuación, su testimonio: “Tengo miedo, no quiero que me maten, no quiero que me desaparezcan”.
“Yo fui víctima de violencia de género dentro de la institución por parte de jefes, superiores, del mismo Jefe de Policía y hasta del Ministerio de Seguridad. Me tocó vivir muchos hechos muy dolorosos para mí. Cada vez que los recuerdo me generan mucha angustia, mucha desesperación, mucho dolor sobre todo. Todo esto me llevó a u muy grave diagnóstico psiquiátrico. Actualmente continúo con tratamiento”, relató la agente y añadió: “Yo me encontraba con licencia médica por esta razón por la que no me encuentro en condiciones de trabajar a aún. La empresa Más Salud, que es la que audita las carpetas médicas del personal público de la provincia, me dio el alta, pero no el alta psiquiátrica, sino que ellos recomiendan que inicie el trámite de retiro porque no estoy en condiciones de trabajar”.
Así y todo, dispusieron su reintegro al trabajo con un turno nocturno de 12 horas. “Yo me reintegro a la policía porque al no tener licencia médica tengo que trabajar para seguir cobrando el sueldo. Presento el certificado de mi médico donde él informa que aún estoy bajo tratamiento y que no estoy en condiciones de cumplir funciones. Aun así, el Jefe de Policía dispuso mandarme a trabajar al destacamento donde estoy cumpliendo la función de Jefe de Guardia y me tocó trabajar en el turno de noche”, lamentó.
“Quizás no se entienda porque he hecho una nota pidiendo mi retiro voluntario de la institución. No se entiende, quizás, para algunas personas por qué hago esto, porque aún, cómo saben, el Gobernador todavía no firma mi exoneración que es lo que pidió el Ministerio de Seguridad por contar lo que me pasó en los medios. Pero yo tengo mucho miedo”, expresó angustiada Gay quien detalló: “El jefe de Policía,- Ángel- Silvestre aún está trabajando, muchos amigos del jefe Miguez, que yo denuncié, siguen en la Policía. Toda esta semana estuve trabajando de noche, sola quedaba en la guardia. Si bien había otro personal que se encarga del Operativo Abrigo, cuida a los indigentes que duermen en la parte del fondo. Yo estoy sola y tengo miedo de que pueda entrar alguien con un arma. La policía ya sabe mis movimientos, a qué hora salgo, a qué hora entro, a dónde tomo el colectivo cuando salgo de trabajar”.
“Yo temo por mi vida, por la vida de mis hijos. Lo que yo hice, denuncié al mismo Ministerio de Seguridad, sé que ellos me van a querer desaparecer, no les conviene que yo siga. Tengo miedo, no quiero que me maten, no quiero que me desaparezcan”, dijo entre llantos. “Estar ahí esa noche, 9 horas, 12 horas el fin de semana, fue recordar, revivir las humillaciones que me tocó pasar cuando estaba embarazada. La policía puso en peligro la vida de mi embarazo porque dos veces estuve internada, a los 5 meses y a los 7 meses, casi nace prematuro. A pesar de que yo informé que mi embarazo era de riesgo, no me dieron el destino cerca de mi casa, que lo pedía provisorio, no definitivo. Silvestre no me dejaba por estrictas razones de servicio. Y revivir todas esas humillaciones, acordarme de las palabras que me decían, cuando me llamaron por teléfono amenazándome a mí, a mí familia, que si yo no dejaba de denunciar sabían todo de mí, sabían lo que me iba a pasar. Es mucho, no lo puedo soportar”, continuó.
“Creí que iba a ser más fácil pero duele un montón que un lugar al que he entregado un aparte muy importante de mi vida, porque entre a los 19 años y hoy tengo 27, di lo mejor de mí y en mi legajo personal consta. No tengo faltas administrativas pro haber hecho mal mi trabajo. Sin embargo me arruinaron la carrera y mi salud, porque yo ya no soy la misma, no me puedo concentrar cuando tengo que hacer una simple constancia. Estoy todo el tiempo con miedo, angustiada. No es una vida fácil la que me tocó, y lo que más me duele es que no me lo merezco, lo único que hice fue recibir una simple denuncia en contra de un personal que había maltratado a una nena en un cuerpo infantil, personal que ahora está exonerado por vínculos con el narcotráfico. Solamente atinaron a defender a ese personal y me arruinaron la vida a mí. Por eso estoy pidiendo mi retiro voluntario para que la policía ya no pueda hacerme más daño que el que ya me hizo”, agregó a su relato.
Y concluyó: “Solo las personas que me conocen y saben lo que me tocó vivir me van a entender. Ir con esa panza de 7 meses y que no les importe nada. Hacerme caminar kilómetros en un corte de ruta, no les importaba, tenía que trabajar igual. Y esa vez fue que me internaron y mi bebé casi nace de 7 meses, y no les importó nada. Pero lo más feo fue cuando me amenazaron con mis nenes que son lo más importante para mí. Quiero vivir una vida tranquila con mi familia, nada más”.
Fuente: Todas las voces todas/ FM Noticias 88.1 Mhz.
