Parodi se lanzó a gobernador

- Salta, en medios nacionales

Parodi se lanzó a gobernador
Parodi se lanzó a gobernador

“Me siento preparado tanto de lo personal como en la formación técnica para administrar una provincia”, expresó.

DDN. El ex funcionario salteño impulsa el rediseño de políticas públicas desde la fundación Imagina Salta y plantea que las horas escolares que ya no se destinarán a contenido religioso sean usadas para dar "educación sexual con perspectiva de género". "El 20 por ciento de los embarazos en Salta son de niñas y adolescentes menores de 19 años”, explicó Parodi.

Este jueves Salta comienza un debate histórico: proponen usar las horas dentro de la currícula obligatoria que antes estaban en manos de la Iglesia, y que fueron eliminadas por el fallo de la Corte, para incorporar en el horario de cursada una materia específica de educación sexual. La iniciativa fue impulsada por la fundación Imagina Salta, que lidera Carlos Parodi, ex jefe de Gabinete del gobernador Juan Manuel Urtubey, y es acompañada por una red de organizaciones sociales y políticas que convocaron a un debate provincial para que se expresen todas las posturas. “La provincia de Salta tiene altos índices de denuncias por violencia de género y una situación crítica en cuanto a los femicidios, por eso la importancia de que la educación sexual con perspectiva de género tenga un lugar específico en la escuela. El 20 por ciento de los embarazos en Salta son de niñas y adolescentes menores de 19 años”, fue una de las cifras que dio Parodi para presentar la propuesta.

-¿Cuál es la situación de las mujeres y la equidad de género en la provincia?

-Salta tiene altos índices de denuncias por maltrato y según el informe de la Corte Suprema está entre las provincias con más femicidios del país. Por eso pretendemos que la educación sexual con perspectiva de género tenga un lugar específico en la escuela. La Ley de Educación Sexual Integral, que tiene 12 años y es muy buena porque plantea la transversalidad de los contenidos, claramente no funcionó. Casi el 80 por ciento de los chicos pidió tener más contenidos de educación sexual porque perciben que no les llega. El 20 por ciento de los embarazos de la provincia son de niñas y adolescentes menores de 19 años, es un tema en el que hay que trabajar. El Ministerio de Educación provincial tiene la potestad de modificar la currícula y este jueves empieza el debate para crear el espacio específico dentro del horario obligatorio. La necesidad de trabajar con la educación sexual de forma prioritaria fue uno de los resultados del Índice de Progreso Social.

-La iniciativa llega en medio del debate histórico por el aborto legal y luego del escándalo con una niña violada a quien no se le permitía la interrupción del embarazo, ¿Cree que tiene que ver? ¿Qué opina del proyecto que ya tiene media sanción?

-Los tiempos van cambiando y el proyecto de ley significa dar un pasito más. El caso de la chiquita violada en Salta hizo que la provincia tuviera que aggiornarse a los nuevos tiempos y modificar el protocolo de acceso al aborto no punible, por ejemplo. En el caso de la ley, creo que el Senado finalmente la va a aprobar porque sino se carga el hecho de quedar como un Senado conservador.

-Antes mencionó el Índice de Progreso Social ¿Qué mide ese indicador?

-Muchas veces se cree que el éxito de un gobierno está en si crece el producto bruto, que representa la riqueza dividida por habitante. Las mediciones económicas por sí solas no alcanzan para ver la realidad y por eso es necesaria una medición más amplia. Este Índice empezó a usarse en el mundo hace cuatro años como una medida no económica que no suplanta a la otra sino que la complementa. Incluye un conjunto de variables que miden las necesidades básicas -como la cobertura en agua, luz y cloaca- el bienestar social, que vendría ser lo relacionado a educación, salud, seguridad y medio ambiente, y una dimensión de oportunidades. Allí se evalúa si efectivamente un chico que termina la secundaria tiene la oportunidad de ir a la universidad, por ejemplo los de algún pueblo a cuatro horas de la ciudad. No mide esfuerzo, no mide cuánto gastás en salud sino que mide si bajó la mortalidad infantil o si bajó la mortalidad materna. No mide cuantas leyes de violencia de género se aprobaron sino si bajaron las denuncias por maltrato.

-¿Cómo surgió?

Nace de un conjunto de alrededor de 150 organizaciones que conforman la Red de Progreso Social, en donde participan fundaciones, universidades, ONGs y diferentes áreas de Gobierno. El objetivo del Índice es el rediseño de políticas públicas para alcanzar las metas del plan estratégico Salta 2030. Urtubey aceptó la idea de rediseñar políticas públicas siempre y cuando se haga con la participación de toda la sociedad, como está pasando con esta iniciativa de educación sexual. Lograr un mayor consenso va a hacer que la implementación sea más fácil.

-¿Cuáles son los otros punto críticos que surgieron del índice?

-Otro problema importante es el área de Educación, por la cantidad de abandono que hay en el colegio secundario. Sólo el 53 por ciento de los alumnos termina la secundaria en cinco años. Incluidos los chicos que terminan con repitencia, los egresados llegan al 70 por ciento. En el medio hay un porcentaje que se está quedando afuera de la escuela. Una persona que no termina el secundario tiene grandes probabilidades de conformar una familia pobre, porque no va a acceder a empleos calificados. Hay que trabajar en alertas para prevenir el abandono en el sistema escolar. Hoy cuando un chico deja la escuela no hay un alerta, el sistema no sale a buscarlo para ver qué le pasó a ese joven. Hay que trabajar sobre el legajo del alumno para reinsertarlo rápidamente. Otro de los temas en rojo también son la seguridad, algo que viene acompañado de la realidad económica y de la situación geográfica de la provincia los accidentes de tránsito o la falta de herramientas para insertarse en el mercado laboral. Por ejemplo, sólo el 30 por ciento de los salteños tiene formación superior. Por eso estamos evaluando trabajar también en la formación en oficios.

-Hoy la lectura de estos resultados lo encuentra afuera de la gestión pero hasta hace poco lo hacía desde adentro. ¿Cambió su percepción?

-Estar afuera te da la posibilidad de tener un contacto de forma directa con los ciudadanos, y percibir de primera mano cuáles son las problemáticas. Cuando estaba al frente de la jefatura iba una vez por semana al interior, con un área de atención ciudadana, pero nunca llegás a cubrir eso de tener una relación permanente y directa. Hoy estoy cien por ciento desvinculado del gobierno pero al frente de una ONG que tiene como objeto el rediseño de políticas públicas. En Salta hubo un progreso social en los últimos doce años pero a este ritmo no llegamos a las metas planteadas para el 2030 por eso hay que rediseñar políticas públicas. Y para eso el contacto con la gente es clave. Uno no puede creer que se las sabe todas, la gente te plantea dónde están los problemas. Si bien estaba en la gestión pública, con un cargo de gran exposición, el rol no me permitía el vínculo permanente con los vecinos. Me fui del gobierno pero no dejé mi vocación.

-¿Cómo evalúa la relación de Salta con el gobierno nacional?

-La obra pública y la coparticipación son los temas centrales de la relación con el gobierno nacional que tienen impacto en la población. A eso hay que sumarle la baja de subsidios que va aumentar los servicios de manera desproporcionada con los ingresos de las familias. Uno observa que la obra pública va a mermar, quién va a absorber esa mano de obra. En este contexto lo van a tener que afrontar los gobierno provinciales y es bastante complejo. Las obras que no se pueden terminar, ya están pidiendo que se hagan con recursos provinciales… El contexto no es alentador.

-Cambiemos llegó al gobierno con la promesa de gestionar el Estado como si fuera una empresa, ¿qué piensa de esto?

-El problema del funcionario es el vicio del escritorio. Uno tiene que correrse de ahí donde todo se piensa con la lógica de los números. Las personas no son números y las decisiones mal tomadas significa que alguien no llegue a fin de mes o se quede sin trabajo. El hecho de estar en la función, en esa primera línea de fuego, me fue nutriendo. Por eso es importante salir a la calle y hablar con la gente y ver lo que pasa en la vida real. Es un error entender que uno administra una empresa.

-¿Ese es el error del gobierno nacional?

Uno ve que toman decisiones para llegar a un lugar pero que el camino hacia ahí es muy costoso. A la gente le está costando mucho. Está bien que tengan que bajar el déficit, pero achicarlo en tan poco tiempo significa que mucha gente la va a pasar mal. Al gobierno nacional le quedan pocas puertas de escape, ya no tiene muchas herramientas. Ya recurrió al Fondo Monetario Internacional y las relaciones con el Fondo nunca fueron las mejores ni terminaron con resultados positivos.

-¿Cómo imagina el escenario electoral de 2019?

Es muy difícil proyectar. Hace seis meses Macri era dios y ahora la imagen del Presidente tuvo una modificación importante. La situación económica sin duda va a ser un elemento central en el contexto electoral porque se van a comparar los últimos tres años de Cambiemos con los últimos tres años de la expresidenta y probablemente la situación inflacionaria no habrá cambiado, lo mismo en materia de desempleo o de pobreza. Entonces van a tener un problema. En ese contexto, Salta cambia de gobierno.

-¿Se ve como candidato?

Me siento preparado tanto de lo personal como en la formación técnica para administrar una provincia. Entendí que me faltaba contacto con la gente y me era importante tenerlo. Seguir caminando la provincia es importante. Como desafío, anhelo personal y vocación me gustaría gobernar, pero hay que ver cómo se da el proceso el año que viene. Después de doce años culmina una etapa donde Salta avanzó varios escalones, hubo progreso social y crecimiento del bienestar de la provincia en materia de derechos y de igualdad. Por eso no hay que caminar para atrás, hay que seguir subiendo escalones. Hay que rediscutir y rediseñar políticas públicas y hay que ver quién puede liderar esa etapa. Si están dadas las condiciones me verán peleando por ese lugar. Por ahora lo hago desde el tercer sector, haciendo un aporte en el rediseño de políticas públicas y hablando con la gente.

Fuente: Página 12

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