“De la dictadura de Videla a un gobierno sin neuronas”

- POLITICA

“De la dictadura de Videla a un gobierno sin neuronas”
“De la dictadura de Videla a un gobierno sin neuronas”

Editorial por Daniel Tort.

DDN. Después de dos años y medio de gobierno macrista en la Argentina, resulta objetiva la pérdida de confianza en la gestión y la imagen presidencial sigue en caída libre, aumentando la incertidumbre electoral del oficialismo que ya mira como inalcanzable a diciembre de 2019.

Con la utilización de las encuestas que en forma permanente elabora el Estado Nacional, se ha dado a conocer que se sostienen sin ventajas de importancia Macri, Vidal, Cristina Kirchner, Rossi, Massa, Lavagna, Urtubey, Scioli, Licfchitz y Stolbizer.

Debería llamar la atención que la principal vocera del oficialismo en el Congreso de la Nación, que obtuviera la adhesión del 53% del padrón del mayor distrito electoral, la abogada Elisa Carrió, no figure en esta grilla, pero los analistas más cercanos a Cambiemos lo explican en el sentido de que su rol es otro.

Una forma muy diplomática de reafirmar que la verborrágica legisladora, con sus constantes ironías y exabruptos a los que tiene acostumbrados a sus votantes, pinta bien para el papel de cocoliche provocadora de la oposición, pero con su inestabilidad y con un evidente carácter delirante, no resulta confiable ni para los más complacientes.

Carentes de plan alguno para encauzar la economía nacional y solamente atentos a las disposiciones del FMI para seguir alentando la timba financiera en esta parte del mundo, el frente gobernante ha intentado distraer la atención de la ciudadanía para que la sangría especulativa diaria se note menos.

Y así ha utilizado con evidente improvisación el debate sobre la legalización del aborto, confiando en que sería rechazado y recibiendo la sorpresa de que la votación que se descontaba sería adversa, resultó positiva por escaso margen, y ahora se hacen maniobras de todo tipo en el Senado para frenar la aprobación. Estos muchachos y muchachas no están acostumbrados a gestionar en democracia.

Fracasada la participación del País en el campeonato mundial de fútbol, el grado de pesimismo de la población ha aumentado sensiblemente, pues otra cosa muy distinta hubiera sido la situación si el primer equipo nacional estuviera en carrera. La vida en esta parte del mundo no es la misma sin fútbol.

Y por eso aunque todavía no ha finalizado la competencia deportiva en Rusia, se acaba de lanzar otra bomba de humo para seguir embaucando ingenuos, el dictado del Decreto 632/2018 que pregona una reducción del déficit fiscal mediante el recorte del gasto burocrático, mediante la limitación en el reconocimiento de viáticos, viajes, becas, empleo público, vehículos, etc.

En la proyección más optimista, desde el dictado de la medida administrativa y hasta el fin del mandato en vigencia el 10 de diciembre de 2019, se podría lograr un ahorro de $ 20.000 millones, siempre y cuando se cumpla en promedio con los objetivos fijados.

Decir que los funcionarios del gabinete nacional de ahora en más viaticarán menos, no usarán vehículos oficiales e irán a menos congresos en el exterior, y que cuando lo hagan lo harán en butacas turista y no en clase ejecutiva, aparece más como una broma de mal gusto que como una iniciativa original para reducir el desfasaje del erario.

Basta para ello con hacer notar que esa cifra estimada de ahorro es irrelevante para afectar de manera alguna el déficit total, cuyo principal componente en el segmento de egresos es el pago de intereses de títulos de la deuda pública, el más fabuloso negocio especulativo del séquito gobernante.

El siguiente cuadro que se ha elaborado con datos oficiales del BCRA, demuestra esta afirmación, pues acredita que si con esta medida se evitará un gasto de veinte mil millones de pesos hasta diciembre de 2019, ello equivaldrá a la misma suma que se erogará en solo 42,5 días de intereses de LEBACS.

La verdadera sangría del País entonces no está en un auto más o en un viaje menos, por más comprador y simpático que pueda aparecer el trasnochado decreto de MACRI, dictado con una visión demagógica tan brutal como la fuga de divisas del plan destructivo de usura, dirigida desde el gabinete nacional de manera literalmente delictiva.

Para parecerse aún más a la dictadura videlista de 1976, sólo le habría faltado decir a Marcos Peña que “achicar el Estado es agrandar la Nación”, frase que se acuñara en la época en la que el FMI también dirigía los destinos del País de la mano de José Alfredo Martínez de Hoz

Después de dos años y medio de elucubrar qué verso inventarían para distraer el robo a diario de los recursos de todos los Argentinos, los funcionarios del gabinete nacional terminaron redactando este decretito inútil.

El mejor equipo de los últimos cincuenta años padece no solamente de total sentido del patriotismo, sino también de neuronas.


Este artículo está optimizado para dispositivos móviles.
Leer Versión Completa