DDN. A un año del incremento en el impuesto a los cigarrillos, que hoy llega al 80%, el sector tabacalero no oculta su crisis. Desde la órbita de los trabajadores, Raúl Quiñones, secretario general del Suetra, consideró que la merma de la actividad abarca desde los cultivos a las ventas, pasando por despidos, suspensiones de turnos nocturnos en las plantas elaboradoras y la no reinserción laboral de quienes dejan su puesto laboral.
Al respecto de la siembra y cosecha del tabaco, inicio del eslabón productivo, el dirigente sindical expresó: "Fijese que el tabaco es uno de los pocos que posee cultivo intensivo. El resto está industrializado, desechando la mano de obra además de que se vieron beneficiados por la decisión del Gobierno de eliminar el 10% del impuesto a la exportación".
Quiñones, tras una recorrida por las provincias tabacaleras del país dedujo que en ese cultivo la actividad demanda, por ser una labor manual "130 jornales por hectárea, contra el trigo, maíz, girasol que captan, 0,44 y la soja 0,43. Estos últimos al estar industrializados, no generan tanta mano de obra directa como sí lo hace el tabaco".
En la provincia de Salta, productora por excelencia, según relevamientos oficiales y del Suetra, el tabaco brinda trabajo al 23% de la población. "Con matices, hay guarismos similares en el NOA y en el NEA. Así lo reflejan las estadísticas oficiales de Agricultura. Lo planteamos como una muestra cabal de la situación que padecemos", señaló el dirigente.
El Suetra reiteró que el "impuestazo del 80%", no definió una baja del consumo, sino la derivación del 20% del mercado de consumo a las marcas truchas y el contrabando, especialmente desde Paraguay. Respecto de las plantas de elaboración, el panorama sigue siendo alarmante, el sindicato reiteró que Nobleza-Piccardo canceló el turno noche de trabajo, se dan casos de retiros voluntarios pero además "no se incorporan nuevos sectores a las plantas fabriles".
Quiñones recalcó que si bien el producto que elaboran "no hace a la salud de la gente" es de consumo masivo y forja trabajo genuino para "miles de compañeros". Respecto a la injerencia de la recaudación fiscal para las provincias y la Nación sentenció: "Está al alcance de la mano retomar la mecánica que hubo hasta 2015, cumplir una pauta fiscal sin estos aumentos que perjudican a trabajadores y a las empresas, fuentes de nuestra labor".
